A lo largo de la historia, los gatos han sido uno de los animales más enigmáticos y fascinantes para los seres humanos. Son criaturas elegantes, independientes y llenas de comportamientos curiosos que a menudo desconciertan a sus amos. Uno de estos comportamientos peculiares es el acto de amasar, también conocido como “amasar pan”, que consiste en alternar las patas delanteras de un gato sobre una superficie blanda, a menudo la falda de su dueño.
El origen de este comportamiento único
A pesar de que los gatos han convivido con los humanos durante milenios, su origen y razón detrás de diversas conductas aún pueden resultar un misterio. Cuando un gato amasa a una persona, lo hace con un ritmo suave y constante, a veces acompañado de ronroneos que indican una sensación de comodidad y felicidad. Pero, ¿por qué los gatos realizan esta acción en primer lugar?
La teoría de la lactancia
Una de las explicaciones más aceptadas por los expertos en comportamiento felino es que amasar es un instinto que se remonta a la infancia de los gatos. Cuando los gatitos son amamantados por su madre, amasan instintivamente el pecho de la madre con sus patitas para estimular la producción de leche y encontrar una posición más cómoda. Este acto les brinda seguridad y confort en un momento crucial de su vida.
El vínculo afectivo y la sensación de pertenencia
Con el tiempo, los gatitos aprenden a asociar el acto de amasar con sensaciones positivas y reconfortantes. Cuando un gato adulto amasa a su dueño, puede estar expresando un profundo afecto y apego hacia esa persona. Es su manera de transmitir cariño y fortalecer el vínculo que comparten.
Terapia felina
Otra teoría sugiere que amasar tiene un efecto terapéutico en los gatos. Al presionar y liberar sus patas contra una superficie blanda, los gatos pueden experimentar una sensación relajante que les ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Es por eso que muchos gatos recurren al amasado cuando se sienten inseguros o necesitan consuelo.
¿Por qué los gatos eligen ciertas personas para amasar?
Se ha observado que los gatos no amasan indiscriminadamente a cualquiera que se les cruce por delante. A menudo eligen cuidadosamente a quién brindar este gesto tan especial. ¿Qué factores pueden influir en la selección de una persona por parte de un gato para amasar?
El olor y la cercanía emocional
Los gatos son criaturas extremadamente sensibles a los olores y las emociones. Es posible que un gato elija amasar a alguien cuyo olor le resulte familiar y reconfortante, o a quien asocie con experiencias positivas. La cercanía emocional y el tiempo compartido pueden ser determinantes en la elección del recipiente de su afecto.
La textura y la suavidad
La textura de la superficie sobre la que un gato amasa también puede ser un factor clave en su elección. A menudo prefieren superficies blandas y mullidas, como las mantas o la ropa de cama, que les permiten hundir sus patitas con comodidad. Ofrecer a tu gato un lugar acogedor para amasar puede fortalecer vuestro lazo.
En resumen, el acto de amasar es una conducta fascinante que revela mucho sobre la naturaleza y las emociones de nuestros amigos felinos. Ya sea por instinto, afecto o como mecanismo de relajación, los gatos encuentran en el amasado una forma única de comunicar sus sentimientos hacia sus seres queridos. La próxima vez que tu gato se acurruque a tu lado y comience a amasar, recuerda apreciar este gesto especial y disfrutar de la conexión que compartís.
¿Es normal que mi gato amase con las uñas afuera?
Sí, algunos gatos amasan con las uñas parcialmente extendidas. Esto puede deberse a un comportamiento más instintivo o a la sensación táctil que obtienen al hacerlo. Si esto te resulta incómodo, puedes intentar redirigir su atención con un juguete o una mantita.
¿Qué debo hacer si mi gato amasa de forma agresiva?
Si observas que tu gato amasa con demasiada fuerza o agresividad, es posible que esté experimentando ansiedad o estrés. En estos casos, es importante mantener la calma y buscar formas de tranquilizar a tu mascota, como brindarle un entorno seguro y dedicar tiempo de calidad juntos. Si la conducta persiste, considera consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento felino.